Más allá de evaluar síntomas específicos, la indicación para buscar ayuda externa surge cuando una persona se encuentra ante una situación compleja que le abruma o anticipa que podría llegar a hacerlo (traumas, tristeza, ira o desesperanza, estrés, depresión, ansiedad, etc.). En tales circunstancias, consultar a un especialista puede ser la opción ideal.
Recuerda que no hace falta esperar a que las cosas se vuelvan insoportables antes de buscar ayuda. La terapia también puede ser preventiva, ayudándote a desarrollar habilidades de afrontamiento y bienestar emocional antes de que los problemas se intensifiquen.
Si te sientes identificado con alguna de estas señales o si tienes otras preocupaciones sobre tu bienestar mental, te animo a considerar hablar con un profesional de la salud mental. Ellos podrán evaluar tus circunstancias específicas y brindarte una orientación más personalizada.